Solo basta observar alrededor del mundo, que la humanidad vive en una nube oscura, rodeada de guerras, odio, dolor, injusticia, corrupción, maldad, inmoralidad, enfermedad y muerte. Todo esto, como preámbulo a lo que la Biblia llama "principio de dolores" antes de la segunda venida del Señor Jesucristo. Y aunque es inminente su llegada, aun no ha venido, porque tu Padre Celestial amorosa y misericordiosamente espera por ti. ! Búscalo, conócelo y relacionate con Él !
LA FE NO DEBE SER CIEGA
Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos. Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía. Heb (11:1-3)
Esta corta, pero poderosa frase, nos deja muy claro que la fe no se trata de la probabilidad de que algo ocurra, casi como producto del azar. Si analizas con detenimiento el mensaje de Pablo, podrás comprender que la fe que pongamos en el Dios de la Biblia, exige que conozcas las cerca de tres mil quinientas setenta y tres (3573) promesas que allí nos registra y sobre las cuales nos da derecho a apropiarnos de ellas, y demandarlas para nuestra protección y bendición. Por eso la importancia de que te relaciones con Él.
Fuiste creado por Dios y para Dios, y hasta q lo entiendas, tu vida no tendrá ningún sentido. Solo en Él encontramos nuestro origen, nuestra identidad, nuestro sentido, nuestro significado y nuestro destino. La vida consiste en q él te use para sus propósitos y no que tú lo uses a Él para los tuyos.
“Todo comenzó en Él y para los propósitos de Él”
Col (1:16b)
Una vez lo comprendes, empiezas a ocuparte más por los otros, afloran y crecen virtudes perdidas como la ayuda al prójimo, el amor, la tolerancia, la humildad, la paciencia, el respeto y la mansedumbre. Por ende, disminuye en tu vida la ira, la violencia, la mentira, el odio, la envidia y el egoísmo, entre muchas otras actitudes comportamentales negativas que desafortunadamente tenemos muy arraigadas en el corazón.
La fe es más que creer; es una completa confianza en Dios, acompañada de acción. La fe verdadera nace en la habitación secreta de oración intima. La fe es algo así como un “ascensor”, para subir nuestras peticiones a través de la oración y por recibir la respuesta del Padre, usualmente en su Palabra. De cualquier forma, el instrumento que nos une a Dios siempre será la Fe. Te invito a que pases tiempo de calidad en la presencia del Señor y Él hará nacer la fe en tu alma como nunca la conociste.
LO COMÚN ENTRE EL HOMBRE Y EL MURCIÉLAGO
La pregunta es: ¿Cómo hacerle entender a nuestros familiares y amigos que aun siguen enajenados por el espejismo del mundo moderno, que hay algo más importante que las cosas físicas y materiales que ven? ¿Cómo luchamos contra lo que dicen, insinúan, incitan y hasta exigen los medios publicitarios, la prensa hablada o escrita, la televisión y el Internet, en contra de los valores, principios y mandatos Bíblicos? ¿Cómo hacemos para que nuestros hijos, padres, hermanos, primos, tíos y demás parientes cercanos, entiendan y comprendan lo que nosotros ya entendimos por la Palabra escrita?
Bueno, creo que al igual que yo, usted ya lo tiene claro. Es una batalla difícil, pero aunque el número de seguidores del ejército del diablo sea proporcionalmente muy superior al nuestro, sabemos que tenemos de nuestro lado al general de generales, al rey de reyes, y al estar con Él en el frente de batalla, vamos a una victoria segura. Como decimos coloquialmente en nuestro país, vamos a la fija.
Mientras tanto, con la ayuda del Espíritu Santo, debemos seguir tratando de arrebatarle al diablo a los que más podamos y hacerles entender, que cuando Jesús dijo:
“Yo soy de arriba y vosotros sois de abajo” (Juan 8:23)
Nosotros también somos de allá, y que el propósito de Dios en sus planes, cuando nos envió a su hijo a morir por nosotros, no era otro sino que pudiésemos volver a estar a su diestra. A eso vino el Señor Jesucristo, a traernos perdón de pecados y vida eterna.
Bien sea que lo llames: El Cristo, El Mesías, El Enviado o el Hijo de Dios, fue la persona comisionada por el Padre para cumplir semejante misión de venir a esta tierra a pagar por una deuda que no era suya, y someterse a la humillación, el maltrato y la ofensa, hasta morir en un madero. Afortunadamente, tu y yo, que no vivimos durante su ministerio, tenemos la fortuna de contar con las Sagradas Escrituras y ese valioso testimonio del Espíritu Santo, quien nos narra tanto en el antiguo pacto, como en el nuevo, esta verdad del Salvador. Escuche con atención como el mismísimo Jesús nos exhorta a seguirlo en el libro de Juan (14:6) y que es obviamente una invitación a caminar en su Luz:
"Yo soy el camino, la verdad y la vida: nadie viene al Padre, sino por mi".
En general al hombre le pasa lo mismo que a los nictálopes, que como el murciélago, ven en la oscuridad y se ciegan en la luz. Es aparentemente inentendible, pero en la estrategia del adversario, está puesta toda su astucia y malicia, para hacernos creer que lo que vemos negro es blanco, o lo que es lo mismo, que veamos lo malo como bueno.
Pobres todos aquellos que hasta la segunda venida del Señor, no sean capaces de alumbrar la puerta de entrada para andar hacia Él, máxime cuando saben que tienen la lámpara en sus manos (la Palabra), y que lo único que necesitan es encenderla e iluminar el camino que el mismo Jesús nos ofrece a seguir.
EL CONDÓN, MAS LESIVO DE LO QUE PARECE.
- ¿Cómo pretende un país levantar una sociedad sana, si su núcleo que es la familia, está recibiendo esa clase de educación?
- ¿Cómo puede un gobierno permitir tales propagandas que lesionan la integridad del niño, del joven y por ende de la familia?
- ¿Hasta cuándo estos personajes públicos, con investidura de presidente, ministros, legisladores, alcaldes o gobernadores, que han sido colocados como autoridad civil, entenderán que toda autoridad es puesta por Dios y que lo que hacen es promover actos contrarios a sus mandamientos?
- ¿Cómo luchar contra lo que dicen, insinúan, incitan y hasta exigen los medios publicitarios, la prensa hablada o escrita, la televisión y el Internet, en contra de los valores, principios y mandatos Bíblicos, si las mismas autoridades civiles, elegidas por mandato popular, han modificado los principios básicos de convivencia y las leyes morales de la misma constitución nacional?
“Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas”.
"Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica"
1 Cor (10:23)